27 jun 2012

Te echo de menos


Dicen que algo se muere en el alma cuando un amigo se va. ¿Y cuándo se va algo más? ¿Qué se muere?. No sabría definirlo, solo sé que queda un vacio que no es fácil de llenar. Hay silencio, demasiado. Hay pena en el alma y en el fondo hay dolor.
Es de noche para variar. Una noche sin luna, sin estrellas que iluminen el cielo. Una noche vacía, carente de sentido. Una noche de esas en las que piensas que narices haces aquí. La música suena en mis oídos a través de los cascos. Estoy escuchando a Pablo Alborán. No sé porque, pero cuando me siento así necesito a este hombre. Me hace llorar y llorar de vez en cuando es bueno.
Y pienso, pienso en todo y en nada. Pienso en lo bueno y lo malo. Pienso en lo que he ganado y he perdido. Pienso en las promesas, las que me han hecho y las que me hice a mí misma. Y me debato entre la depresión y la alegría. Entre las lágrimas y las risas. Pienso y dudo de cuál va a ser el camino a tomar. Y cuanto más pienso, mas me doy cuenta de que en el fondo no estoy segura de que me guste ninguno de ellos.
Con el paso de los años ( y están siendo unos cuantos) me doy cuenta de que todas las decisiones que he tomado me han llevado a donde estoy.  Y pienso (claro está, sino no sería yo) si han sido buenas. Cuando pienso en mi familia o mis amigas me alegro de que sea este momento y que sea con ellas. Cuando pienso en mi parcela sentimental…no sé si cortarme las venas o dejármelas largas.  Por lo que me han contado se lleva la moda de dejarlas largas. Yo lo pongo en duda la verdad. Pero sobre todo pienso en el silencio. El que me rodea. El que ya no me susurra. El que hace que me sienta vacía. Ese silencio que ya no para el tiempo. Ese silencio que ya no me cuenta secretos y que se está haciendo eterno. Demasiado para mi gusto.
Y lo echo de menos. Echo de menos las manos, las caricias, las medias sonrisas. Esas promesas en mitad de la noche, noches en las que no estás pendiente del reloj. Y extraño (aunque no lo quiera reconocer) tus brazos. Si, esos que me daban mimos aunque me dijeses lo contrario. Porque al final de todo solo quedamos tu y yo para decidir. Decidir cuándo nos besamos, cuando nos queremos. Por esto, solo por todo eso…te echo de menos. Todo este tiempo.

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