29 jun 2012

Dos caras


``No sufráis niñas, no sufráis. Que el hombre es un farsante, un pie en la tierra otro en el mar. Jamás será constante….´´ (W. Shakespeare).
Gran frase de un gran escritor. Una persona que comprendía que los hombres tienen dos caras. Una es la ilusión. Ella busca comprenderte, encandilarte y un sinfín mas de tonterías que nos solemos tragar porque (igual) necesitamos creérnoslas. Y la otra es la falsedad. Con ella vienen las seudo mentiras. Y lo llamo así porque ellos en el fondo saben realmente que es lo que quieren. Aunque claro, tú les vienes genial para pasar el rato ( o para terminar de aclararse).
Hombres, lo siento (mentira cochina pero algo tengo que decir) hoy no os merecéis mi respeto más de lo que os podéis merecer las lagrimas que han sido derramadas por vuestra culpa durante años.  Os habéis ganado una bronca y de las monumentales. Espero, y un poco (no pido milagros) de que algo de lo que escriba os llegue y os remuerda la conciencia si la tenéis, claro está.  
¿En serio que os gusta aprovecharos así de las mujeres? No sé, pero no creo que demuestre mucha madurez y estabilidad mental que nos uséis de rebote, o de segundo plato, o de tercero. Ahora pongámonos más serios. ¿Cómo sois capaces de estar tan seguros de una cosa y a los cinco minutos de otra? En el fondo me dais la razón. Sois peor que niños, y digo peor porque conozco a niños de 5 años con las cosas más claras que vosotros.
Hoy me contaba una amiga (llamémosla L) una historia que me encabronó, porque por desgracia no es la primera vez que me la cuentan. Siempre es el mismo guión y ya me lo sé de memoria. Es muy sencilla. Chica conoce a chico. Se caen bien, muy bien. Se lo pasan bien juntos, se ríen etc..vamos que la cosa parece encaminada. Ella se ilusiona, hacía tiempo que no se divertía tanto con alguien. Y me lo dice. Yo como ya vengo de vuelta y media con estos temas la avisé:`` Acuérdate de que todos los hombres tienen dos caras, solo estás viendo la buena´´. Ella por supuesto no me hizo ni puñetero caso. Y siguió a delante con el tema. ¿Y a que no adivináis que paso? Venga…que se que podéis. Lo de siempre. El venía (como no) con la carga de su ex. Pero no detrás de él, sino literalmente encima de él. Aprisionándolo, aplastando todo su ser. Pero como es un buen mentiroso la engañó a ella. Ahora me diréis que se estaba engañando a si mismo pero…como que a las mujeres nos da igual. Así que pasó lo que tenía que pasar y lo que yo (por lo que se ve si soy buena pitonisa) sabía que iba a suceder. Que teniendo esa carga y contando esa mentira la cosa se iba a desmoronar en algún momento. Y lo hizo. Jodiendo a alguien que me importa. Ahora entramos en una parte que a mí, personalmente, me divierte mogollón. El momento de más mentiras. Cuando se descubren en la primera tienen que inventar más, porque piensan que de esta manera nos lo van a hacer más fácil. Tíos del mundo, no lo hagáis. Sabemos que somos mujeres increíbles y un larguísimo etc.. pero no nos lo intentéis colar de la que nos estáis largando. Eso está ya demasiado usado. Hasta a mi (y mira que tengo experiencia) me sorprende que sigáis con el mismo tema. Por favor, originalidad. Os doy yo ideas..pero cambiar de registro que ese huele.
Al final, yo acabé consolando a una amiga. Intentando explicarla que no, que un cerdo no merece tener entre sus pezuñas una rosa. Y que en algún momento aparecerá uno bueno (vale..esto no me lo creo ni yo, pero lo tenía que decir). Así que ya sabéis niñas ``¿Por qué sufrir? Dejadles ir i disfrutar la vida. Vuestros suspiros debéis convertir en cantos a la alegría´´

27 jun 2012

Te echo de menos


Dicen que algo se muere en el alma cuando un amigo se va. ¿Y cuándo se va algo más? ¿Qué se muere?. No sabría definirlo, solo sé que queda un vacio que no es fácil de llenar. Hay silencio, demasiado. Hay pena en el alma y en el fondo hay dolor.
Es de noche para variar. Una noche sin luna, sin estrellas que iluminen el cielo. Una noche vacía, carente de sentido. Una noche de esas en las que piensas que narices haces aquí. La música suena en mis oídos a través de los cascos. Estoy escuchando a Pablo Alborán. No sé porque, pero cuando me siento así necesito a este hombre. Me hace llorar y llorar de vez en cuando es bueno.
Y pienso, pienso en todo y en nada. Pienso en lo bueno y lo malo. Pienso en lo que he ganado y he perdido. Pienso en las promesas, las que me han hecho y las que me hice a mí misma. Y me debato entre la depresión y la alegría. Entre las lágrimas y las risas. Pienso y dudo de cuál va a ser el camino a tomar. Y cuanto más pienso, mas me doy cuenta de que en el fondo no estoy segura de que me guste ninguno de ellos.
Con el paso de los años ( y están siendo unos cuantos) me doy cuenta de que todas las decisiones que he tomado me han llevado a donde estoy.  Y pienso (claro está, sino no sería yo) si han sido buenas. Cuando pienso en mi familia o mis amigas me alegro de que sea este momento y que sea con ellas. Cuando pienso en mi parcela sentimental…no sé si cortarme las venas o dejármelas largas.  Por lo que me han contado se lleva la moda de dejarlas largas. Yo lo pongo en duda la verdad. Pero sobre todo pienso en el silencio. El que me rodea. El que ya no me susurra. El que hace que me sienta vacía. Ese silencio que ya no para el tiempo. Ese silencio que ya no me cuenta secretos y que se está haciendo eterno. Demasiado para mi gusto.
Y lo echo de menos. Echo de menos las manos, las caricias, las medias sonrisas. Esas promesas en mitad de la noche, noches en las que no estás pendiente del reloj. Y extraño (aunque no lo quiera reconocer) tus brazos. Si, esos que me daban mimos aunque me dijeses lo contrario. Porque al final de todo solo quedamos tu y yo para decidir. Decidir cuándo nos besamos, cuando nos queremos. Por esto, solo por todo eso…te echo de menos. Todo este tiempo.